
La próxima puesta en operación del catastro minero, la atracción de mayores inversiones para el sector y el aprovechamiento de otros recursos del subsuelo como el cobre son algunas de las estrategias en las que está empeñada la presidenta de la Agencia Nacional de Minería (ANM), Silvana Habib Daza.
En diálogo con EL COLOMBIANO, la funcionaria explicó cómo operará el Sistema Integral de Gestión Minera (AnnA Minería) que se activará el próximo martes, 3 de diciembre, el cual hará que el país tenga una minería 4.0, según manifestó.
También resaltó cómo este año la Inversión Extranjera Directa (IED) para las actividades extractivas superará la meta de los 1.500 millones de dólares, y confió en que en 2020 empiece la explotación de oro de Continental Gold, en el municipio de Buriticá, Occidente antioqueño.
¿Cuáles serán las bondades del catastro minero?
“Permitirá que el estudio de una solicitud de un título minero que hoy puede demorar hasta año y medio, tarde noventa días. Este es un sistema que contempla todo el ciclo de la vida de esta actividad y va a ser una única ventanilla, porque tiene un módulo de fiscalización de los títulos, lo que permitirá ver si un minero tiene alguna obligación pendiente. Además, posibilitará que se haga el pago del canon superficiario (contraprestación que se cobra al propietario de los terrenos) o la liquidación de las regalías de manera transparente. También incluye el Registro Único de Comercializadores de Minerales (Rucom), para seguir la trazabilidad de los materiales explotados y asegurar una cadena limpia. Así estamos tratando de pasar de un sistema de registro a uno transaccional”.
¿Y esta es la minería 4.0?
“Sí. Lo que queremos es que la actividad le responda a la cuarta revolución que está viviendo el mundo, que es la de la información, big data, de acceso desde diferentes dispositivos electrónicos, pero más allá, y le vemos un componente clave: el ADN social”.
¿Cómo se explica ese componente social?
“Cuando una empresa llega a un territorio a desarrollar un proyecto debe trabajar generando beneficios sostenibles y debe articularse a otros sectores para generar empleo, ejecutar proyectos de impacto que respondan a las necesidades de la región, por ejemplo, infraestructura para agua o proyectos de energías renovables. Esas son cosas que se hacen involucrando la participación ciudadana, pero si la gente no tiene información no es posible garantizar que haya una participación efectiva”.
Entonces, ¿que información ofrecerá AnnA Minería?
“La ciudadanía va a disponer exactamente de datos mineros y ambientales que le permitan participar activamente en potenciales desarrollos mineros en sus comunidades. El sistema va a tener datos del potencial geológico, y queremos cargar información social para saber qué dice el alcalde, qué dice la comunidad y tener una base sólida. Y estará la información del Registro Único Nacional de Áreas Protegidas (Runap) que contiene el inventario de parques naturales, páramos y humedales. Hemos invitado a las corporaciones autónomas regionales para tener su documentación”.
¿Qué permitirá todo ese nivel de detalle?
“Esto va a generar las áreas rojas, o sea en las que está prohibida la minería, y que eso lo pueda ver cualquier inversionista. Nos dará áreas amarillas que corresponden a una capa informativa que dirá dónde se necesita un permiso y de cuál autoridad. Y aparecerán las áreas verdes, es decir en las que se puede hacer minería”.
Antioquia que tiene una delegación minera, ¿sufrirá algún cambio con esta herramienta?
“No. El sistema de registro lo tiene la ANM, entonces no cambia nada, simplemente que la Secretaría de Minas de Antioquia va a tener que utilizar “Anna Minería”.
¿El nuevo modelo atraerá a los inversionistas?
“La minería tiene que mostrar beneficios y las empresas que quieran venir aquí deben ejecutar inversiones responsables, bajo el principio de desarrollo sostenible y que le aporten a la economía. Queremos crear un entorno social atractivo para ellos, porque lo que les interesa es llegar a un país que tenga una política ambiental clara y una política de querer extraer y aprovechar los recursos naturales. Otro aspecto clave es la reducción de trámites, pues lo primero que preguntan es ¿cuánto se demora?, y en eso es esencial la articulación entre las entidades ambientales y mineras. Finalmente, queremos la diversificación de la matriz de minerales, porque somos reconocidos por el carbón, pero sabemos de la importancia del cobre y del crecimiento futuro que habrá por la demanda de ese metal”.
¿Qué hace la ANM para impulsar la minería de cobre?
“Parte de la agenda que tiene el Gobierno se centra en acompañar esas iniciativas que están en etapa de exploración para que avancen. La idea es que estos proyectos se puedan concretar, y la apuesta es pasar de las etapas de prefactibilidad en las que están hoy, a las de factibilidad” (ver En un minuto).
¿Dónde están los yacimientos cupríferos?
“Hoy solo tenemos una mina en El Carmen de Atrato, en Chocó, que produce 10.000 toneladas al año, pero hay proyectos en etapa de exploración en Córdoba y Antioquia. Como país productor tenemos cabida porque no hay una oferta suficiente. Queremos llegar a lo que tienen Chile y Perú que nos llevan ventaja. Tenemos unos recursos identificados y buscamos que esos proyectos de cobre que están en prefactibilidad pasen a las etapas de construcción y montaje de las minas. Eso se dará en corto plazo y creo que nos veremos produciendo cobre en el mediano plazo, es decir entre tres y cinco años”.
¿Cuánta IED ha llegado a la minería este año?
“Entre 2015 y 2016 tuvimos una época compleja por la reducción de precios, y por eso hubo menos inversión extranjera. La meta que tenemos como Gobierno este año es de 1.500 millones de dólares, y solo en el primer semestre contabilizamos 1.335 millones, un 30,6 % más que los 1.022 millones de dólares del primer semestre de 2018”.
¿Qué análisis hace de la minería en Antioquia?
“Este departamento tiene grandes proyectos mineros de interés nacional, con inversionistas que quieren hacer un trabajo en el territorio con respeto por las comunidades. Estamos esperando que Buriticá entre en producción en el 2020. Con su arranque cambiaremos nuestra posición en Latinoamérica y en el mundo como productores de oro (se sumarían unas 300.000 onzas troy al año, 9,3 toneladas, con lo que la producción anual colombiana crecería de 1,1 millones de onzas a 1,4 millones)”.